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Promotora e Incubadora de Organizaciones Solidarias

La Educación Cooperativa, método infalible para el desarrollo y sustentabilidad del colectivo social

Ramón Cortés

Educación cooperativa

La Educación Cooperativa, método infalible para el desarrollo y sustentabilidad del colectivo social

La educación cooperativa constituye en método generador del desarrollo y la sustentabilidad cooperativa, ésta ha sido moldeada según la tradición y entender de cada cooperativa, situación que en algunos casos funcionó o aún funciona, pero que en otros casos ha dado lugar a la desinformación o incluso distorsionada al cumplimiento de intensiones distantes a su objetivo educativo – formativo.

Hasta hace unos pocos años no existía una definición y una descripción uniforme de su intencionalidad, solo se contaba con el texto oficial del quinto principio cooperativo, de ahí la dificultad de su planificación, desarrollo de sus contenidos y medición del impacto, lo que se presta a imprecisiones o desviaciones, en resumen, cada cooperativa e incluso cada persona que la lleva a la praxis llamado comúnmente “educador” la adecua teniendo como base su experiencia personal e incluso su capricho o entender. Hay conceptos que podrían confundirse como: educación cooperativa, capacitación e información, a continuación, explicaremos sus diferencias y distintos alcances:

La educación cooperativa.

Idealmente será un sistema estratégico, activo, sistémico y con objetivos claros enfocados a la práctica delimitada por sus obligaciones y derechos de cada uno de los estamentos que dan vida a la organización cooperativa. (asociados, dirigentes, empleados, niñez, juventud, creadores de opinión y la comunidad en general). Mediante el establecimiento de programas propedéuticos, inductivos y formativos, orientados a la adquisición de conocimientos, de habilidades y actitudes con la visión de que cada uno de ellos adquiera identidad cooperativa, afianzando y asegurando el desarrollo sostenible, la sustentabilidad, la percepción positiva y la continuidad en el tiempo de la empresa cooperativa.

La capacitación.

Su objetivo será incrementar la eficiencia y calidad en el trabajo de las personas en determinadas tareas o áreas asignadas: El aprendizaje conduce a la persona a un estado de vigencia por medio de su actualización, que le evita la obsolescencia por medio de conocimientos, habilidades o actitudes que adquiere, así mismo dispone la adquisición de nuevos conocimientos con la finalidad de que alcance índice de eficiencia, productividad y desempeño. La educación ayuda el ser humano a crecer como persona, la capacitación ayuda al ser humano a realizar cosas con mayor profesionalismo.

La información.

Representa un conjunto organizado de datos importantes por medio de mensajes socializados por diversos mecanismos, de donde una persona adquiere algún conocimiento que le permite prevenir, resolver problemas y tomar decisiones, su aprovechamiento racional es la base del conocimiento.

Con esta definición, podemos reflexionar que también la información debe ser utilizada eficientemente en una empresa cooperativa, pudiendo surgir o manifestarse por medios impresos, de mano o de gran formato, visuales, auditivos, electrónicos e incluso virtuales por medio de la red de internet. Toda la información revelada en cualquier medio también es un acto educativo o formativo, sin embargo, carece de tutoría y retroalimentación simultánea entre el mensaje y el receptor, así mismo se desconoce su tiempo de vigencia y no hay una intencionalidad hilvanada de ideas subsecuentes.  

Esta obra literaria intentará profundizar a la “educación cooperativa” como agente vinculante y diferenciador entre las personas con su cooperativa, resaltará algunos valores que generan que las personas no solo hagan uso de servicios, porque la educación cooperativa será una intención ilimitada, donde cada persona adquirirá en su momento conciencia que invita al buen accionar. Así mismo invitará en todo su contenido a utilizar herramientas como la lectura, la participación en círculos de estudio y la colaboración en la vida socio – política de la cooperativa a fin de que estén en posibilidades de desarrollar el pensamiento crítico, reflexivo, la propuesta de nuevas alternativas constructivas, afianzando así las bases de la estructura democrática y asociativa. La educación cooperativa primero convencerá y transformará al ser humano para que sean éstos quienes cambien su destino, el de su familia y el de su comunidad para que después incluyan en la transformación de su cooperativa y de la sociedad.

Los programas formativos de educación cooperativa deben especializarse según lo que le corresponda hacer a cada persona, que les construya, que les haga adquirir saberes para su mejor desempeño y los lleven a desenvolverse frente a sus responsabilidades, al interior de la organización e incluso en su vida personal e individual. Analicemos ahora lo que idealmente deben conocer cada uno de los estamentos, el texto es enunciativo mas no limitativo, pues debemos entender que cada cooperativa se desarrolla en diversos giros y contextos.

Los Asociados(as)

  • Identificar los conceptos filosóficos y virtudes que sustentan la praxis cooperativa, tales como la ayuda mutua, la igualdad, equidad, el compromiso con la comunidad, el amor al prójimo, la participación, la democracia, la justicia económica, la calidad de vida y el buen vivir.
  • Identificar las ventajas de los productos y servicios que oferta la Cooperativa, así mismo saber utilizarlos de manera eficiente y sustanciosa.
  • Identificar el impacto económico y social de la cooperativa, así como de los programas específicos para el desarrollo y sustentabilidad económica, ambiental, cultural, de salud, alimentación y deporte.
  • Identificar la importancia de participar en la estructura democrática participativa de la cooperativa, desde el proceso de asambleas hasta asumir un cargo dirigencial en los órganos de medio de los órganos de gobierno electos democráticamente.
  • Identificar la participación de la sociedad cooperativa en la inducción de negocios productivos dentro del mercado local, la generación del autoempleo, la erradicación del desempleo y alentar el desarrollo sostenible de la comunidad.
  • Identificar las ventajas de la educación financiera, tales como tipos y características de instituciones financieras, el impacto del hábito del ahorro, las dimensiones del crédito, las responsabilidades de ser aval de otras cuentas, el presupuesto familiar… etc.

La niñez y la juventud.

En este estamento, cada tema que desarrollemos deberá encaminar o encausar a los menores de edad y a la juventud a: Aprender a convivir, a compartir, a expresarse, a redactar, a imaginar, a proponer, a reflexionar, a investigar, a participar, a entender la acción vinculante entre la cooperativa en la familia, la sociedad y la comunidad, a despertar inquietudes orientadas a la participación y la acción, y a diferenciar la cooperación de la tradicional individualidad.

Los contenidos académicos de esta etapa de vida, bien podemos tomar o abarcar la temática del estamento asociados, pero sin perder de vista que el contenido, las dinámicas, la mediación, el material didáctico y las estrategias de enseñanza serán diseñadas para facilitar el aprendizaje de los menores de edad. (“existen diferencias cualitativas entre el pensar infantil y el pensar adulto, más aún: existen diferencias cualitativas en diferentes momentos o etapas de la infancia, lo cual no implica que no haya en la sociedad humana actual adultos cronológicos que mantienen una edad mental pueril, explicable por el efecto del medio social. Piaget)

Dirigentes (órganos de gobierno).

Cuando una cooperativa ha implantado un sistema o modelo de educación cooperativa, en el lapso de un tiempo empezará a rendir frutos, lo más lógico es que los socios candidatos a ocupar un cargo dirigencial sean producto de las primeras fases o etapas del sistema de educación.

Uno de los problemas frecuentes en las cooperativas que carecen de un modelo o sistema educativo es que los asociados que son electos dirigentes, asumen una serie de compromisos como dirigir, representar, delegar, evaluar y responsabilizarse de muchas tareas que desconocen, situación que al tiempo merma los resultados de la organización, así mismo ellos mismos en su desconocimiento ceden su responsabilidad a otras personas debido a que “gobiernan desde las tinieblas”.

Los dirigentes de cualquier cooperativa deben identificar la naturaleza de su nombramiento y las atribuciones y responsabilidades de gobernar su colectivo, desde la perspectiva de que los socios reunidos en asamblea depositaron su confianza y credibilidad en ellos al elegirlos, por lo que esperan “mucho de ellos”.

Así mismo, los dirigentes deberán adquirir habilidades dirigenciales, empresariales y éticas derivadas de la relevancia de sus funciones formalmente descritas en las normas internas y en muchos casos desde las leyes reguladoras de la organización, por ello, consideramos que por lo menos deben adquirir los siguientes conocimientos y habilidades: 

  • El compromiso social y legal de ser dirigente y representante de una cooperativa.
  • La ética desde la perspectiva de su responsabilidad para la búsqueda de la reputación empresarial.
  • Establecimiento y supervisión de los programas educativos dirigidos a todos los estamentos de la cooperativa.
  • Adquirir y/o fortalecer sus conocimientos y habilidades técnicas en administración de empresas, supervisión, control, minimización de riesgos, delegación de la gestión gerencial, análisis de los estados financieros, rentabilidad e indicadores de gestión exitosa de los negocios de la cooperativa.
  • Adquirir habilidades en trabajo colaborativo, desarrollo y gestión del potencial y talento humano, derechos humanos con perspectiva de género, calidad en el servicio, inteligencia emocional, control de estrés, motivación y autoestima, Solución de conflictos etc.

Esta lista podrá ser mucho más extensa considerando la actividad empresarial de la cooperativa, por ejemplo, si se trata de una cooperativa de turismo, se agregaría el tema “conciencia turística”, fomento al turismo ecológico, de negocios y de cultura, etc.

Para los empleados (as).

Todos los empleados o colaboradores de una cooperativa, sin importar su rango, puesto, funciones, si atiende directamente o no a los asociados debe conocer de cooperativismo, éste es una de las diferencias de trabajar en otro tipo de organizaciones, porque una cooperativa requiere más que trabajadores, personas que amen y defiendan al modelo colectivo y solidario de la cooperación.

Para estamento tan importante en la cooperativa, sugerimos que los planes de educación, contengan todos los temas destinados a los asociados y dirigentes, claro, en la metodología de impartición, gestionar adecuaciones relacionadas al estamento, recalcando que ellos son pieza fundamental para la vida de la organización, pues son ellos quienes dan la cara al usuario y que de ellos depende en gran parte la buena o mala percepción que se formen asociados y comunidad acerca de la empresa cooperativa.

También los programas formativos de empleados cooperativos deben incluir temática relacionada con la especialización y la adquisición de conocimientos, destrezas y actitudes para que se desempeñen eficientemente en su área de trabajo.

Cada cooperativa ha diseñado diversas formas de estructura organizacional, algunas incluyen el plan de educación cooperativa a otras áreas, tales como Recursos Humanos, Gestión de talento, Comunicación social, e incluso Difusión y mercadeo. Desde nuestra experiencia, consideramos que esta práctica limita, merma y corre en el riesgo la disminución o marginación de las acciones educativas debido principalmente a la carga de trabajo, con mayor énfasis en cooperativas con más de 100 empleados; por lo que nuestra recomendación es que no exista cooperativa que no cuente por lo menos con el área específica y un facilitador, educador de tiempo completo. Debemos reconocer que en la organización pueden existir otras áreas orientadas a la gestión humana, sin embargo, el área de educación requiere de mucho trabajo, dedicación y acción, pues formar personas cooperativistas no es tan solo ofrecerles un texto y una evaluación.

Algunos contenidos adicionales que todo empleado de una cooperativa requiere podrían ser, por citar algunos:

  • Proceso de ingreso, permanencia y retiro de asociados.
  • Naturaleza y proceso de la función dirigencial.
  • Significado, alcance e impacto del capital social y de las partes sociales.
  • El sentido cooperativo, financiero y patrimonial del ahorro y el préstamo.
  • La naturaleza y esencia de los servicios adicionales que ofrece la organización.
  • Los derechos y obligaciones de los asociados.
  • Naturaleza y alcance de cada una de las cuentas de captación y de colocación.
  • Buenas prácticas éticas del empleado cooperativista.
  • Reputación e impacto de la cooperativa a partir de la percepción.
  • Organización de colectividad social.
  • Mecanismos para fortalecer y dar continuidad empresarial ante la comunidad.

La educación cooperativa es además formadora o transformadora de hábitos, valores y principios éticos conductuales para fortalecer el “saber ser”, el “saber convivir”, el “saber hacer”, potencializando lo que cada persona es capaz de hacer y de ser como persona íntegra e integral.

Entonces, la capacitación facilita la adquisición de saberes, perfecciona habilidades, despierta actitudes y nos ayuda a convivir de mejor manera con los demás, la educación nos transforma integralmente, desde lo interior del ser humano, lo que comúnmente se le llama “adquirir don de gente”, el educador brasileño Paulo Freire aseguró “Nadie educa a nadie, todos nos educamos mutuamente, porque todos podemos recoger de los otros su experiencia, su palabra, su consejo, de igual forma podemos dar a los otros lo que sabemos”.

Considerando los ejemplos anteriores, la educación la recibimos desde niños, por medio de nuestros padres, familiares, personas cercanas, maestros, amigos, vecinos, la tienda, el parque, el campo, todos estos entes de tan diversa naturaleza nos han estado educando en el tiempo y las épocas de vida.

En el caso de la educación cooperativa, es un proceso que nos lleva a comprender la justificación del quehacer de la empresa cooperativa en cada persona, en las familias, en la comunidad , en el mundo, por ello debe estar orientada a la acción, no a la palabra muerta, a fin de fortalecer al individuo y a la sociedad, lo que nos ayuda a descubrir, formar o visibilizar a líderes potenciales dispuestas a adquirir responsabilidades para con su cooperativa, ninguna cooperativa actuará con tibieza en el tema educativo, pues esto genera deformaciones, carencias, irresponsabilidad, manipulación y pasividad de la gente, por el contrario, hará en cada actor un ente que lucha por la justicia, la dignidad y la valoración de la gente.

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Analogía consecuencial entre el Quinto y Sexto Principios Cooperativos

La práctica del sexto principio “Cooperación entre cooperativas” es una consecuencia positiva natural de la anteposición práctica del quinto principio “educación”. La mezcla equilibrada de ambos postulados sugiere que personas fuertemente vinculadas por medio de la convicción colectiva y solidaria, apoyen y fortalezcan la participación voluntaria de su organización en modelos integracionistas, creados por las propias organizaciones para su representación sectorial y múltiples beneficios que dan fortaleza empresarial y las alianzas estratégicas sectoriales, aspectos que facilitan el desarrollo integral de las cooperativas, la generación de iniciativas tendientes al empoderamiento del modelo cooperativo y facilitar las relaciones y políticas publicas dirigidas a los gobiernos y la comunidad.

No ser parte activa de la práctica de los principios y valores cooperativos, genera ausencia de cooperación bilateral o individualismo entre las organizaciones que en apariencia conforman un movimiento. Si aplicáramos una encuesta a los cooperativistas preguntando ¿Las cooperativas deben cooperar y colaborar entre sí?, la respuesta sería seguramente un rotundo SI, pocos serían los escépticos que lo dudarían, algunos otros argumentarían un “depende de los beneficios que consiga” situación que no es en apariencia grave, pero si es una sugestiva reacción de autodefensa de su individualidad. El problema radica en lo que hacemos contrario a lo que pensamos o manifestamos.

Los cooperativistas necesitamos hacer un alto, reflexionar como imaginamos a nuestras cooperativas en 5, 10 y 20 años, si hoy estamos sembrando cimientos que fortalecen la unión o la plena individualidad, si estamos suavizando la posible envidia sectorial e incluso la rivalidad entre las mismas organizaciones cooperativas, así mismo reflexionar sobre el modelo cooperativo en cuestión de competitividad, rentabilidad, rumbo que hoy estamos dando a la educación a socios, consejeros, empleados, a la niñez y la juventud, así como imaginar como las tecnologías de la información y la comunicación podrán impactar positivamente en nuestras organizaciones.

Uno de los ejes que pueden transformar desde la raíz lo que hasta hoy venimos realizando es precisamente la convicción de la gente por medio de la educación. Es sorprendente que en los países de nuestro continente se han desarrollado distintos proyectos tendientes al fortalecimiento del capital humano, algunos lo hacen como una obligación legal, otros por convencimiento propio y algunos más por conservar una buena tradición, sin embargo, tales esfuerzos aislados y sin una sincronía generan resultados parciales, con poco sentido y falta de contundencia. La vinculación de tantos buenos proyectos y programas serían material para elaborar toda una carrera universitaria formal de la práctica cooperativa.

¿Qué podemos hacer para vincular los esfuerzos aislados en materia educativa?

Debemos reconocer a personas y organizaciones que hacen de la educación una herramienta de gestión y fortaleza institucional para el beneficio y empoderamiento de los cooperativistas al interior de su propia organización, vale la pena comentar que un servidor y el Dr. Alberto Mora Portuguez de Costa Rica, hemos venido realizando durante varios años diversos estudios y proyectos para la conformación de un modelo educativo cooperativo basado en la idiosincrasia y costumbres de los cooperativistas, dicho proyecto trasformador poco a poco llegará a consolidarse como un legado a nuestros jóvenes, la nueva generación que debe revitalizar, libres de vicios heredados el destino del movimiento cooperativo. Sin embargo, el camino no es tan fácil, habrá que vencer obstáculos creados por las conveniencias de algunos actores que hacen de su gestión una isleta de poder para su propio beneficio.

Es importante que podamos unificar conceptos que a simple vista creemos que son idénticos, por ejemplo:  

  • ¿Qué es la educación cooperativa?
  • ¿Qué cambios buscamos en los sujetos de la educación?
  • ¿Cómo medir el impacto y cambio en los sujetos de la educación?

¿Qué es la educación cooperativa?

Es un proceso formativo permanente, dirigido a las personas que conforman con su esfuerzo y trabajo una cooperativa, incluyendo a la comunidad en general, jóvenes y creadores de opinión, quienes generan impacto en la sociedad sobre el quehacer cooperativo. Lo anterior arrojará como resultado el desarrollo sustentable de las personas (sujetos de la educación) y por ende del colectivo o empresa cooperativa, la que debe distinguirse como una organización de ejemplar gestión administrativa, rentable y acertadamente gobernada por los asociados. 

Mientras no tengamos claro el concepto de la educación cooperativa, incurriremos en errores y desviaciones que carecen del factor “formativo” por ejemplo: si una cooperativa patrocina un evento deportivo o un concierto musical, me surgen los siguientes cuestionamientos:

  1. ¿Esta es una acción de mercadeo o de educación?
  2. ¿De que manera se asegura la “formación de las personas” que asisten o participan en eventos de éste tipo?
  3. ¿Estas actividades generan identidad a favor de la cooperativa?

 ¿Qué cambios buscamos en los sujetos de la educación?

Esta pregunta nos lleva a reflexionar si en realidad sabemos “Que transformación idealizamos en las personas” si no sabemos la respuesta, también se está deformando el fin nato de la educación. Por ejemplo, si en una cooperativa se convoca un taller para aprender a elaborar productos lácteos, estamos sembrando o fortaleciendo una habilidad que podrá ser de utilidad parcial para los asistentes que lo pongan en práctica, ya sea para el auto consumo o para crear un negocio productivo. Para que esta actividad resulte transformadora y educativa, requiere además del taller, el acompañamiento de un programa bien definido de educación financiera cooperativa, que enseñe a los emprendedores a distinguir las formas en las que la propia Cooperativa puede impulsar su propuesta de negocio productivo, un emprendimiento que les lleve a trasforme su modo de vivir mediante ingresos más justos. Ahora, me surgen los siguientes cuestionamientos:

  1. Los asistentes, ya sean asociados o personas de la comunidad ¿Serán capaces de emprender un negocio sin asesoría financiera y con tan solo saber elaborar productos?
  1. ¿Incrementará su identidad con su cooperativa por facilitarles un curso o taller?
  1. ¿Qué beneficio o resultado tangible tuvo la cooperativa con esta actividad?
  1. ¿No será que la intención es tan solo justificar actividades para la utilización del fondo de educación cooperativa?

¿Cómo medir el impacto y cambio en los sujetos de la educación?

Las cooperativas mas allá de cumplir con planes de trabajo, lo que se convierte en acciones cuantitativas (lo que se invierte o deja de invertir) deben medir el impacto y el cambio que generan las acciones que a nombre de la cooperativa y de la educación se llevan a cabo, la evaluación mantener un enfoque cualitativo, no solo cuantitativo, he visto informes que solo mencionan:

  • Asistieron 836 mujeres a las clases de tejido con gancho.
  • Asistieron 900 niños al festejo de su día.
  • Asistieron más de 200 familias a festejar el día del padre.
  • Acudieron 100 socios al taller de información sobre el préstamo.

La medición cualitativa puede darse por medio de la aplicación de un “Balance Social Cooperativo” el cual deberá estar diseñado y enfocado para que desde el planteamiento de las acciones inicie su labor valorativa, para que a la postre arroje resultados cualitativos y no se limite también a los resultados cuantitativos, de lo contrario, todo lo seguiremos solo midiendo con números.

Una cooperativa que impacta a los sujetos de la educación es aquella que:

  • Empleados, gerentes y directores trabajan con ética y son promotores de la cooperativa y del modelo como tal, reconocen que laborar en una cooperativa es más dignificante que hacerlo en otras empresas por ejemplo en un auto servicio.
  • Los directivos actúan comprometidos moralmente ante quienes les eligieron, y cualquier actividad que realicen dentro de sus facultades, lleva tal finalidad, venciendo en todo momento las aristas que les lleven a desvirtuar su función.
  • Los asociados han encontrado en la cooperativa el complemento de su esfuerzo propio, valoran a su cooperativa como una institución con vocación formativa más que como simple proveedora de financiamientos, tienen amor por su colectivo y se comprometen a participar en su tejido social y de gobierno.
  • Por último, una cooperativa con alta presencia de la educación es aquella que denota solidez, buen gobierno, rentabilidad y ejemplo para toda la comunidad empresarial.

Un buen proyecto educativo es aquel que tiene detectadas las áreas de oportunidad y las prioridades de la cooperativa, imaginemos si ésta forma de trabajo la hacemos propia y más tarde se conforman proyectos sectoriales con participación entre varias cooperativas.
 

¿Cómo podemos aprovechar las experiencias de otras cooperativas?

Lo anterior podemos conseguirlo si superamos los cásicos tabúes que nos impiden un verdadero desarrollo y un desinteresado compartir cooperativo, esto es cuestión de educación. Los tabúes son:

  • Falta de humildad de quienes se apropian de las organizaciones.

Para gestionar con sencillez se requiere de personas poseedoras de valores natos, de sensibilidad cooperativa, y de verdadera renuncia a la búsqueda de beneficios propios, se puede ser sencillo y amable, aunque se represente a una organización que maneja miles de dólares, cientos de empleados y millones de activos. Bien dice la voz del pueblo, que cuando se actúa con honestidad y ética, el efecto regresa a las personas y la organización exponencialmente multiplicado, por el contrario, si se actúa con trampas, deshonestidad y en perjuicio de la gente, el negocio en el tiempo empieza a mermar…La sencillez debe ponerse como ejemplo a seguir derivado del actuar cotidiano de dirigentes y administradores. Si la Cooperativa es dirigida por personas sencillas y con temple inamovible orientado al bienestar común, el compartir cooperativo solo será una consecuencia, nadie puede compartir lo que no tiene, la humildad de gestión también incluye el reconocimiento de los logros de otros, pareciera sencillo asimilar las aseveraciones, pero en la práctica es complejo debido al distorsionado concepto del institucionalismo.

  • Ausencia de un estado de derecho interno.

La cooperación entre cooperativas hace práctica cuando las personas, dirigentes y funcionarios administradores, aceptan y cumplen a cabalidad sus compromisos, superando la buena intención, estableciendo un estado de derecho interno instaurando modelos de gobierno corporativo – cooperativo, donde no solo se elaboran reglas intencionales para los órganos de gobierno, se hacen pensando en los socios quienes también poseen sus espacios de participación política interna, como las asambleas o comisiones, estableciendo mecanismos de control interno que blindan la operación y por último unidades de análisis de riesgos que visualizan los escenarios ideales para el bienestar de la organización. Todos debemos renunciar a la apatía que solo genera el empoderamiento de unos pocos en quienes depositamos el destino actual y futuro de nuestra organización cooperativa. 

  • Sometimiento a los problemas ordinarios.

Sacrificamos la inversión en el futuro inmediato, éste síntoma desafortunadamente se vuelve cada vez más común en las cooperativas, es muy clara que una gestión administrativa debe priorizar necesidades, sin embargo, las empresas exitosas son aquellas administradas por objetivos, no dejan de lado la visión de futuro, afrontan sus debilidades presentes y a la par van sembrando lo que cosecharán en el futuro.

¿Qué debilidades tiene hoy en día tu cooperativa?

¿Qué medidas se están tomando?

¿Qué actividades estás desarrollando hoy con vistas al logro de mejores resultados en el futuro deseable?

  • Problemas de comunicación orgánica.

A simple apariencia todos podemos asumir compromisos relacionados a los actos cooperativos, sin embargo, la realidad dista de ello, cuando no es nuestra voluntad asumir compromisos decimos “Andrés o Clara asistirá en mi representación, pero no tienen ninguna facultad de decisión y compromiso” la reflexión es ¿entonces a que van? ¿Una sola persona puede y debe hablar y decidir el destino de miles?

Los cooperativistas debemos fortalecer nuestros sistemas de control interno en donde se especifique las jerarquías y responsabilidades, no solo orgánicas sino también de facultativas, el no hacerlo provoca dejar pasar oportunidades de negocio.

  • Transparencia en el manejo de partidas presupuestales.

Las cooperativas debemos practicar un estilo de administración apegado a valores, tales como la honestidad y transparencia. Hablar de valores éticos nunca ha sido fácil, porque los valores no aceptan destrezas intermedias, o “se es transparente o no se es” Las Cooperativas deben invertir sus partidas de educación cooperativa en un programa de educación, no es sano destinarlo para cubrir otro tipo de egresos operativos a nombre de actos educativos.

Para concluir…

  • ¿Quiénes llevan el destino y riendas de la cooperativa son cooperativistas?
  • ¿Son cooperativistas de convicción o de conveniencia?

Las cooperativas debemos aprovechar las coyunturas y debilidades del mercado, debemos establecer planes estratégicos al corto, mediano y largo plazo donde se enumeren ejes estratégicos que nos darán éxito empresarial y sostenimiento de nuestros mercados, tales como lo relacionado con herramientas de gestión orientadas a la trasparencia y honestidad, impacto de los aportes a la sociedad, recomposición de las estructuras jerárquicas piramidales, programas de afianzamiento de la identidad “educación cooperativa”, programas de difusión de la educación financiera cooperativa  y desde luego lo conducente a la adopción de las tecnologías de la información y comunicación.

Hagamos pues un alto, reflexionemos las oportunidades que nos revelan nuestras propias carencias, construyamos modelos integrales de desarrollo y hagamos de nuestra cooperativa la empresa que no solo se le festejen los históricos años cumplidos, visualicémosla en un futuro, dándole la oportunidad de perdurar muchos años más en el mercado que ya es muy distante y diferente que el escenario histórico de cuando se le fundó.



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La importancia de la Biografía Institucional

Estamos viviendo sin lugar a dudas un mundo altamente globalizado, lo que genera nuevas economías, nuevos procedimientos administrativos, nuevas formas de organización, justificación de los objetivos y gestión empresarial de toda actividad económica.

En éstos tiempos ya se ha hecho común el fenómeno donde las grandes organizaciones principalmente las transnacionales adquieren acciones y poder sobre las empresas locales, por lo que hablar de empresas ciento por ciento nacionales ya es escaso, máxime si la organización es de orden local o regional, como es el caso de muchas cooperativas.

Las Cooperativas de ahorro y préstamo representan una fracción importante de las empresas locales exitosas, muchas de ellas cuentan con representantes y administradores que han sabido dirigirlas con honestidad, prudencia e inteligencia, generando resultados progresistas y prometedores, otras están reconfigurando su visión, con estrategias sustentable y sostenibles, cuyo reto será mantener una mezcla ideal entre “su historia y tradición local y la adopción de las nuevas tendencias globales, especialmente enmarcadas por las tecnologías de la información y la comunicación”. 

Muchas Cooperativas durante décadas han sabido ganarse el respeto y la preferencia del sector cooperativo mexicano, de sus propios socios, de sus dirigentes y sus empleados, sin embargo muy pocas se han atrevido a redactar y socializar su sabor local, su historia, sus orígenes, tropiezos, aciertos, triunfos, y logros, así mismo muchas cooperativas mantienen el olvido y el abandono injusto a personas que forjaron su vida y destino particular, teniendo como principal aliada estratégica a su Cooperativa.

Redactar la biografía de la Cooperativa representa hoy en día una estrategia comunicacional inteligente. Revelar remembranzas y hechos históricos es además de una estrategia inteligente una muestra de humildad, donde se reconoce que el éxito actual tiene como sustento el actuar de decenas o centenas de personas, la vigencia en el tiempo de cada cooperativa, se abre paso entre los vertiginosos cambios de 360 grados, principalmente en la forma y preferencias de las nuevas generaciones.

Todas las cooperativas debiesen poner sobre la palestra ésta idea, al hacerlo todos adquirirán nuevos bríos, la creación de fuertes lazos de fidelidad, identidad y orgullo de ser parte de una organización que se diferencia de otras por su arraigo local, del pueblo, de participación de muchos, de democracia.

Contar la historia con la verdad genera arraigo y es ejemplo ante la comunidad, pues hoy los consumidores son “activos”, les interesa saber quiénes están detrás de lo que están comprando, saber si la empresa donde adquieren productos y servicios es socialmente responsable, saber si es una empresa que respeta a sus trabajadores, que es una empresa que no contamina, que se involucra con humildad con las tradiciones locales etc. Comunicar la historia y el destino es una estrategia inteligente que habla de una cooperativa de la gente y para la gente.

Para cualquier marca es importante recrear el relato sobre su vida institucional, las historias permiten crear vínculos emocionales entre la marca y el consumidor, muchos relatos sobre la historia de otras marcas se convierten en memorias que traen más aciertos, porque se recuerda mucho mejor aquello que nos contaron que lo que no.

No redactar la historia de la organización dificulta comunicar a los asociados empleados, lo que es realmente representa una verdadera Caja Popular, así, la narración biográfica fortalece la empatía entre socios, empleados y comunidad en general. Siempre será inteligente agregar estrategias que sumen, nos distingan y nos hagan ver diferentes; involucrados con la gente y con su desarrollo.

Reflexionemos con sinceridad: ¿Los empleados de tu Cooperativa valoran lo que hoy es su fuente de trabajo y lo que ahora les corresponde hacer para continuar forjando su historia?

No permitas que la historia de tu cooperativa quede sepultada en el olvido, mucho menos que alguien la reconfigure a conveniencia, mucho menos que alguien se atreva a decir que la historia de la cooperativa es incipiente e irrelevante y que solo lo que últimamente se hace representa el verdadero pilar del crecimiento y sustento.

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