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Promotora e Incubadora de Organizaciones Solidarias

La transformación digital en las SOCAP’s                               

31 agosto, 2023

La transformación digital en las SOCAPs

La transformación digital en las SOCAP’s                               

En reiteradas presentaciones nos han hecho ver que la transformación digital abarca la tecnología, las personas y los procesos; obviar cualquiera de estos tres factores es condenar al fracaso el reto de este proceso tan estratégico y determinante para la permanencia de las organizaciones.

En mi experiencia por más de 15 años en el tema, puedo compartir las lecciones aprendidas desde la perspectiva de mi puesto en la Cooperativa que dirijo.

Empezaré por exponer las razones que a mi juicio son elementales para adoptar la transformación digital en nuestras cooperativas.

En primera instancia una de las razones tiene que ver con los tan mencionados conceptos de eficiencia y eficacia en las organizaciones; tratando de explicar la forma más sencilla de dichos conceptos, diríamos que la eficacia se enfoca en el logro de resultados y la eficiencia en la mejor forma de obtenerlos en función del costo-beneficio.

Siguiendo con la argumentación de la primera razón de la necesidad de transformar digitalmente a las SOCAP’s (Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo), en razón de la eficacia y de la eficiencia, hoy como nunca la adecuada conjunción de la tecnología, los procesos y las personas; contribuyen de manera indiscutible y de manera simultánea, en el logro de la eficacia y la eficiencia en nuestras cooperativas.

Considero que dentro de este factor debe tomarse en cuenta de manera prioritaria, la seguridad de la información, que bajo ningún argumento puede sacrificarse y quedar fuera de la ecuación; ya que el riesgo asumido pondría en jaque tanto la eficacia como la misma eficiencia. Basta con poner de ejemplo que un ciberataque puede acabar con cualquier empresa, cuando no están prevenidos adecuadamente este tipo de riesgos.

La segunda razón y no menos importante, tiene su fundamentación en el mercado actual que exige la mejor experiencia en la obtención de productos y servicios al menor costo posible.

En esta segunda razón, las SOCAP’s tenemos una asignatura pendiente con el segmento de nuestros socios digitales, ya que a pesar de tener una amplia y atractiva oferta de productos, la forma de llegar tanto a los socios jóvenes como a los socios que usan la tecnología, no es la más óptima posible.

En mi opinión, la tercera razón está enfocada en la sostenibilidad, ya que la adecuada combinación del aprovechamiento de la tecnología, los procesos y las personas podría lograr que los servicios financieros estén orientados en la mejora de la calidad de vida de sus socios contribuyendo de manera enfocada en la sostenibilidad.

Frecuentemente confundimos los términos de sostenibilidad con el de sustentabilidad como si se tratase de lo mismo y no es así. Recientemente tuve la oportunidad de estar en una presentación de marketing ético y en la exposición nos aclaraban que la sostenibilidad abarca la sociedad, la gobernanza y el medio ambiente y la sustentabilidad está más enfocada sólo en el cuidado del medio ambiente.

Seguramente habremos de haber escuchado o visto las siglas ESG o en español ASG, lo cual no es otra cosa que los 3 pilares de la sostenibilidad mencionados en el párrafo anterior: Medioambiente, sociedad y gobernanza.

Las empresas somos responsables de cimentar un futuro sostenible y para ello tenemos dos marcos de referencia: los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los Diez principios del Pacto Mundial de la ONU. Los SARAS son los sistemas de administración de riesgos ambientales y sociales que ya están aplicándose en buena parte de las entidades financieras en el mundo, con el ánimo de contribuir en la sostenibilidad.

Siguiendo en el orden de ideas con la tercera razón para realizar una transformación digital en las SOCAP´s, puedo mencionar que estoy convencida que el uso estratégico del Big Data y de la Inteligencia Artificial, debe dirigir los esfuerzos de las cooperativas a fin de colocar  productos y servicios como trajes a la medida para nuestros socios; que no sólo estén enfocados en sus necesidades manifiestas, sino en el análisis de la mejor forma de solucionarlas, sin pasar por alto un mínimo de parámetros de la sostenibilidad.

Para ir cerrando el tema, tenemos que reconocer que los esfuerzos realizados hasta ahora en materia de transformación digital en las SOCAP´s,  no han dado los frutos esperados debido principalmente a  que no incluimos en nuestros ejercicios de planeación estratégica, un plan integral en esta materia; plan que precisamente logre la alineación de las personas, los procesos y la tecnología en base a las capacidades de cada institución.

En la actualidad, son múltiples y muy variadas las ofertas de productos y servicios relacionados con la tecnología y de pronto, nos vemos acechados por toda clase de proveedores que sin un diagnóstico claro de la situación de cada cooperativa se empeñan en convencernos de que tienen la “solución mágica” a todos nuestros males digitales; basta con mencionar que la cantidad de  startups y  fintech que han emergido en los últimos años, ha provocado que diariamente nos veamos atiborrados de correos electrónicos  solicitando reuniones de presentación de diferentes tipo de servicios.

En conclusión y a título personal, recomendaría que al margen de que no se cuente con los recursos necesarios para estructurar un plan de transformación digital, por lo menos se integre en la planeación estratégica de la cooperativa, un diagnóstico objetivo con sus fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades; a efecto de definir con claridad las etapas que se decidan abordar en  esta materia  ya que tiene un efecto transversal en todas las áreas de la institución.

De ser posible, enfatizo que es muy deseable que se realice el esfuerzo por contar con un plan a conciencia, integrado plenamente en la planeación estratégica de la Cooperativa, dedicando los recursos necesarios de tiempo, dinero y personas.

Para finalizar, estoy convencida que el futuro nos está alcanzando y que sólo las cooperativas que logren integrar en sus modelos de negocio, una transformación digital exitosa, podrán sobrevivir en los próximos años.


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Liderazgo y Cooperativismo

El liderazgo y el Cooperativismo

De acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, (INEGI, EDN 2021) y el estudio de demografía de los negocios, cada año un aproximado de 400 mil nuevas unidades económicas inician operaciones a lo largo y ancho de Mexico con la esperanza de lograr consolidar su presencia y productos en el gusto del público, de este universo de nuevas empresas las cooperativas no figuran en la estadística.

La sociedad cooperativa en comparación a los otros tipos de figuras organizativas tiene claras ventajas que le dan sus características de ser organizaciones sin fines de lucro y eso les permite tener acceso a ciertos beneficios como créditos blandos, exenciones fiscales, apoyos en algunos casos de financiamiento del estado a fondo perdido y asesorías para los integrantes, buscando una profesionalización de la actividad económica a la que se dedica la organización.

Cuando nace alguna cooperativa sin importar a que se dedique tiene que competir como cualquier ente economico, es en este momento que el liderazgo asume un papel fundamental para dirigir, orientar, influir, desarrollar y lograr la sostenibilidad que permita a la nueva cooperativa continuar operando sus actividades económicas.

Si bien es cierto el artículo 34 de la LGSC, establece que: La dirección, administración y vigilancia interna de las Sociedades Cooperativas, en general, estará a cargo de los órganos siguientes:

I.- La Asamblea General;

II.- El Consejo de Administración;

III. El Consejo de Vigilancia;

Es decir, la ley confiere un lugar preponderante a los Consejos de Administración y Vigilancia como órganos de gobierno, responsables del ejercicio y administración de la cooperativa, de su vocación democrática y social.

En estas circunstancias estos órganos de gobierno tienen un liderazgo formal en la conducción de la cooperativa, pero que pasa cuando la cooperativa no tiene el suficiente número de socios, para integrar estos órganos. (Para las sociedades de consumidores o productores se requiere un mínimo de cinco personas. Para las de ahorro y préstamo se necesitan, al menos, 25 miembros).

El Consejo de administración debe estar compuesto, por lo menos, por un presidente, un secretario y un vocal. Si la sociedad se compone por menos de 10 miembros, solo es necesario nombrar a un administrador.

Como se puede apreciar el nombramiento de un administrador, recae en aquel socio que reúne las características de liderazgo y reconocimiento de los demás asociados, se le considera con las mayores capacidades para gestionar la actividad económica, crear las condiciones para su sostenibilidad y desarrollo e implica su punto de vista sobre la forma de gestionar la empresa, es decir trabaja sobre su visión personal, esta puede ser aceptada total o parcialmente, mientras de resultados y logre sacar a flote la cooperativa los demás asociados estarán apoyando el esfuerzo.

Cuando uno revisa la literatura sobre el cooperativismo, parece que todas las cooperativas nacen grandes, con procesos establecidos, con una estructura organizacional definida y con los recursos necesarios para sostenerse, pero eso no es asi, en el nacimiento al igual que todas las organizaciones económicas que inician, tienen muchas carencias y los socios que participan en la fundación de la misma tienen que aportar no solo la parte social, su esfuerzo va siempre más allá de lo que se reconoce normalmente, pero “en el caso del líder, no solo pone su esfuerzo, el cual puede tener un sueldo, pone su visión personal, su tiempo laboral y familiar, su energía y compromiso, su ética y valores, sus capacidades y tolerancia, el desarrollo de sus asociados, su formación y  habilidades”,  solo con este tipo de compromiso personal, se logra que la cooperativa vaya creciendo y adquiera estabilidad.

Este tipo de liderazgos son los que muchos años después pueden presentar organizaciones fortalecidas y con recursos, en cualquiera de las actividades económicas: sean de producción, consumo o ahorro y crédito.

Sin embargo, al llegar la cooperativa a cierto nivel de desarrollo y desahogo financiero, el liderazgo enfrenta cambios, sean estos porque se cansó o por que el nivel de exigencia de las nuevas circunstancias de la organización requieran modificaciones que implican riesgos y que el líder no está dispuesto a enfrentar por haber llegado al límite de sus capacidades o de ciclo de desarrollo, sea por los años transcurridos o porque las condiciones han cambiado y no logró transitar en esa etapa, es en este momento donde identificamos liderazgos que dejaron que el tiempo se llevara las oportunidades.

En estos casos es común ver consejos de administración y vigilancia, totalmente integrados con nuevos socios y que se convierten en una constante fricción para este tipo de liderazgos con sus capacidades en decadencia o por agotamiento, por lo que se inicia una nueva etapa donde se convierten los órganos de gobierno en liderazgos intercambiables donde hay momento que los consejos dominan la escena y quieren asumir el control y direccion operativa de la cooperativa y generan alianzas perversas con empleados y socios para tener ese control, en otros momentos vemos los liderazgos formales en la figura de los gerentes o directores que buscan permanecer o controlar la insurgencia de los consejos sea para encauzar sus inquietudes o para  renovar su participación y en los dos casos la asamblea general se convierte en el fiel de la balanza.

Cuando encontramos este tipo de situaciones en una cooperativa es claro que ya tienen un problema de gobernabilidad, no es fácil para estas organizaciones asumir que tienen problemas y que requieren apoyo experto para resolver temas que van más allá de tener un reglamento de ética y de control, la situación se puede complicar si la cooperativa solo realiza actividades educativas para justificar el que está cumpliendo con los principios y valores cooperativos, algo muy común en la vida de estas organizaciones que se dedican a una ligera difusión de los principios y valores, sin formar a sus socios en una filosofía cooperativa, cuando más, los educan para el uso de los servicios que la organización proporciona.

De esta forma el liderazgo encuentra una gran contradicción al querer socios con un buen nivel de conocimientos de las actividades que realiza la cooperativa, sin dedicar presupuesto y acciones para formar a: empleados, dirigentes, socios, proveedores y demás personas vinculadas con la organización.

En el caso de los integrantes de los órganos de gobierno, en la medida que la cooperativa les puede proporcionar apoyos y beneficios, se visten de reformadores sociales en temas que saben no tienen riesgos, son críticos del liderazgo formal del gerente o director con el argumento que ya tiene mucho tiempo en el puesto y generan una participación de grupos de socios donde lo que permea es una aparente obediencia a las normas, facultándose ellos mismos como los intérpretes de las normas externas e internas, para estar en condiciones de generar procesos educativos que parecen, fomentar la democracia y transparencia en una aparente rectitud y cuidado de las leyes que rigen al sector y sus actividades económicas.

Es asi que los socios solo reciben una mínima cultura democrática cooperativa, de forma natural los grupos interesados en el control inician un proceso de ocultamiento de la información básica que se debe entregar a los socios de la cooperativa, vulnerando los derechos de los asociados.

 

Como se puede apreciar el liderazgo es fundamental para el desarrollo de las cooperativas, sin embargo, es muy recurrente en la literatura y eventos cooperativos hablar del potencial del sector, de su compromiso social, de cómo contribuye al empleo y la economia, pero el liderazgo es el gran ausente en el análisis socio economico del sector social.

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