Riesgos y oportunidades para el sector cooperativo
En el contexto de la reciente iniciativa de reforma presentada por el Ejecutivo federal, uno de los elementos más relevantes y polémicos es el papel que se le asigna al Instituto Nacional de la Economía Social (INAES). Esta institución, creada con la intención de fomentar el desarrollo del sector social de la economía, parece ahora colocarse en el centro de la estructura jurídica propuesta, con funciones que van mucho más allá del fomento.
Este artículo tiene como objetivo analizar las implicaciones de esta nueva centralidad del INAES: ¿estamos ante un fortalecimiento necesario para impulsar a las cooperativas y empresas sociales, o se trata de un giro institucional que amenaza la autonomía del sector mediante una lógica de control estatal?
De fomento a control: el cambio de paradigma
Desde su creación, el INAES ha tenido un mandato orientado al fomento: promover la organización, financiamiento, asistencia técnica, capacitación y fortalecimiento de las entidades de la economía social y solidaria. Sin embargo, la iniciativa de reforma propone que esta institución no solo fomente, sino que también registre, supervise y valide los actos jurídicos de las cooperativas.
Entre las nuevas responsabilidades se contemplan:
- Constituir cooperativas directamente ante el INAES, sin notarios ni corredores públicos.
- Registrar todas las reformas estatutarias y actos corporativos.
- Operar el Registro Nacional de Cooperativas y Entidades de la ESS.
- Ser vínculo para que las cooperativas accedan a contrataciones públicas.
Este cambio representa una mutación institucional: de promotor a guardian, de aliado a regulador, de facilitador a autoridad central.
Ventajas potenciales
Entre los beneficios que este cambio podría traer, destacan:
- Accesibilidad: cooperativas rurales o de comunidades marginadas podrían constituirse sin necesidad de cubrir costosos servicios notariales.
- Centralización de la información: con un registro único se podrían diseñar mejores políticas públicas basadas en datos reales y actualizados.
- Mayor reconocimiento institucional: el INAES tendría un papel protagónico, lo que podría atraer mayor atención presupuestal y política.
- Simplificación administrativa: al concentrar trámites en una sola entidad, se podrían reducir tiempos y costos, si el sistema es eficiente.
Riesgos institucionales y políticos.
Sin embargo, el desplazamiento del INAES hacia un rol de control también conlleva múltiples riesgos:
- Autonomía en peligro: si el Estado valida cada decisión interna de las cooperativas, se rompe con el principio de autogestión.
- Concentración excesiva de funciones: el INAES carece actualmente de la infraestructura, personal y tecnología para operar eficazmente este nuevo esquema.
- Burocratización: en lugar de simplificar, podría generar cuellos de botella que retrasen operaciones básicas de las cooperativas.
- Uso político: al depender directamente del Ejecutivo, el INAES podría ser utilizado con fines electorales o clientelares.
- Desconfianza del sector: muchas cooperativas podrían optar por la informalidad o el aislamiento si perciben al INAES como una autoridad vigilante y no como un aliado estratégico.
Análisis desde la identidad cooperativa.
El cooperativismo es, por esencia, un modelo democrático y autogestionario. Sus órganos de gobierno surgen de la base social y responden a una lógica distinta de la empresarial tradicional. Cualquier intento de subordinación institucional por parte del Estado debe ser examinado críticamente.
El problema no es que exista regulación, sino que se concentre en una sola entidad con funciones contradictorias. El mismo organismo no puede fomentar, fiscalizar, sancionar y validar actos jurídicos. Se requiere una estructura diferenciada, con participación del sector en los procesos de gobernanza y toma de decisiones.
¿Qué debería hacer realmente el INAES?
Desde una visión cooperativa, el INAES debería centrarse en:
- Formular políticas públicas de largo plazo para el desarrollo de la economía social.
- Financiar proyectos viables con visión solidaria.
- Generar redes territoriales de acompañamiento y formación.
- Impulsar el acceso a mercados diferenciados.
- Articular esfuerzos interinstitucionales.
- Y sobre todo: ser un facilitador del protagonismo del propio sector, no un interventor de sus decisiones internas.
Experiencias internacionales.
En otros países con sectores cooperativos fuertes, como Canadá, Francia, Brasil, Argentina o Uruguay, el papel del Estado es más bien subsidiario: crea condiciones, respeta la autonomía, financia procesos estratégicos y fomenta la participación. No asume el control absoluto del registro, la constitución ni la vida jurídica de las cooperativas.
México debe aprender de estas experiencias y evitar replicar modelos burocráticos ineficientes o controladores.
Propuestas y contrapesos necesarios.
Si la reforma avanza, es imprescindible establecer contrapesos claros para que el INAES no se convierta en una entidad con poder excesivo. Algunas propuestas incluyen:
- Crear un Consejo Nacional del Sector Social de la Economía, con representación de cooperativas, mutualidades y empresas sociales.
- Establecer una figura de defensoría o acompañamiento legal independiente.
- Generar mecanismos de rendición de cuentas públicos y auditables.
- Garantizar que el registro y constitución sean accesibles, pero también sujetos a revisión por órganos autónomos.
Conclusión.
El cooperativismo necesita un Estado que lo reconozca, lo apoye y lo impulse. Pero también requiere que se respete su identidad, su autonomía y su capacidad de autogestión. El INAES puede y debe jugar un papel estratégico, pero no puede convertirse en juez y parte de todo el sector.
Estamos a tiempo de abrir el debate, mejorar la propuesta legal y construir un modelo institucional participativo, ético y funcional.
¡ El movimiento cooperativo tiene la palabra !.
En el siguiente artículo abordaremos el tema del Registro Único y la desaparición del papel de los notarios públicos en la constitución y operación de las cooperativas. Un cambio que, sin duda, amerita especial atención.
Te invito a leer toda la serie de reflexiones sobre esta importante iniciativa de reforma. Cada texto aborda un tema clave que debemos comprender como movimiento cooperativo:
- Introducción: Una iniciativa que nos llama a reflexionar
- ¿Modernización o riesgo de control?
- El INAES en el centro: ¿Fomento, control o ambas?
- Fin de los notarios, nacimiento del registro único
- Un registro nacional para todo el cooperativismo
- ¿Oportunidad o trampa? Contrataciones públicas y cooperativas
- Conclusión: Un llamado a la UNIDAD del movimiento cooperativo
Este es un momento único, y está en nuestras manos aprovecharlo con responsabilidad, unidad y participación activa. El futuro del cooperativismo no debe decidirse sin nuestra voz ni sin nuestra propuesta.
Leamos, debatamos, propongamos. Hagámoslo juntas y juntos, como movimiento.

Author: Ramón Imperial Zúñiga
Socio fundador de Cooperativa PINOS y la Academia online 5to-Principio, Consultor en Cooperativismo y ESS especialista en Estrategia y Gobernanza, Reconocido escritor con 40 años de experiencia internacional en liderazgo cooperativo.
En otra inciativa anterior tambien se persivia un excesivo protagonismo de del INAESy provoco una reaccion adversa del sector hoy no se ha visto algun pocisionamiento oficial