Recomendaciones para reducir la Cartera Vencida
Había una vez un hombre que tenía un pozo en el cual el agua debía mantener hasta cierto límite máximo, sin embargo, siempre estaba excedido del límite al grado de que el agua se desbordaba del pozo. Para resolver el problema, el hombre se pasaba todo el día sacando el agua con un balde, pero por más esfuerzos que hacía, no lograba reducirlo al nivel deseado.
En la vida hay ocasiones en que llamamos “problema” a algo que más bien es un efecto, una consecuencia originada por una causa mayor.
En las cooperativas de ahorro y crédito sucede algo similar cuando se tiene un alto índice de cartera vencida. A veces consideramos que es nuestro principal problema, sin embargo, es solo el efecto, la consecuencia de una o varias causas que la originan.
Hoy quiero compartir mi experiencia respecto a cuáles son los tres sistemas que es recomendable revisar para reducir la cartera vencida.
El primero es el sistema de Educación Cooperativa.
Si un socio no cumple con sus compromisos de pago, puede deberse a dos razones: O se está enfrentando a una situación adversa imprevista (por ejemplo, una enfermedad, la pérdida de su fuente de ingresos, etcétera) o es un reflejo de que aún no se encuentra educado en el valor de la responsabilidad.
En el primer caso, lo recomendable es tener una comunicación inmediata con el socio para ayudarle a buscar soluciones que le permitan atender lo más pronto posible su situación.
Respecto al segundo caso, es necesario aplicar acciones de educación cooperativa.
Un socio con un nivel adecuado de educación cooperativa no necesita que le llamen por teléfono ni que le envíen cartas ni gestores ni abogados para recuperar su adeudo ya que aplica el valor cooperativo de la responsabilidad.
La educación cooperativa no solo debe limitarse a la realización de reuniones, sino que debe estar implícita en cada etapa de los procesos operativos.
Voy a utilizar un ejemplo sencillo. Imaginemos que un ejecutivo está por entregarle un crédito a un socio.
¿Qué pensaría usted si lo que le informa el ejecutivo al socio es algo como lo siguiente?:
“Su crédito fue autorizado por diez mil pesos a un plazo de diez meses, por lo tanto, sus abonos mensuales serán de mil pesos y su fecha de pago será los días trece de cada mes. La tasa que le corresponde es del 2% mensual sobre saldos insolutos”
En lo general bien, ¿verdad? Es la información básica que se le dice al socio, pero eso solo es información, falta la formación. Entonces para complementarlo, pienso que podría agregar algo como lo siguiente:
“El dinero que usted está por recibir proviene de las aportaciones de otros socios, por lo tanto, es importante que realice sus pagos puntualmente con el fin de que la cooperativa siga sirviendo a los demás.”
Ese párrafo, si lo midiéramos en tiempo, nos llevaría unos veinte segundos y va orientado a que el socio tome conciencia de dos cosas: Del origen de los recursos que se está llevando y la importancia de retornarlos de forma puntual.
A eso le llamo yo “una cápsula de formación cooperativa”. De esa manera, el ejecutivo de crédito es también un educador.
Como ese ejemplo hay muchos y si eso se repite cada vez que el socio acude a la Caja, es como se va logrando un cambio positivo en sus hábitos y actitudes, es decir, en su educación cooperativa.
El segundo sistema a revisar es el de Crédito.
Imagine usted que no labora en una cooperativa de ahorro y crédito sino en una fabrica de zapatos o de galletas, o de lo que sea.
Si el producto final está saliendo defectuoso, ¿trataría de corregir el producto hasta el final o revisaría que cada etapa del proceso de producción se realice de forma efectiva desde un inicio?
Por eso es conveniente revisar reglamentos, políticas y procedimientos de crédito desde el inicio, es decir, desde la forma en que se está obteniendo la información en el momento en que el socio acude a presentar su solicitud.
También en el momento en que se realiza el análisis del crédito y se definen las condiciones que se pactarán con el socio: Plazo, fecha y forma de pago, tasa, etcétera.
Quiero poner un ejemplo muy sencillo relacionado con la fecha de pago: Si un socio recibe su crédito el día veintitrés de junio, hay cooperativas en las cuales establecen por default su fecha de pago para los días veintitrés de cada mes.
Pero si ese socio recibe sus ingresos por quincena, pueden ocurrir dos cosas:
Si el socio es organizado y previsor (aquí nuevamente resalto la importancia de la formación cooperativa), dará su primer pago quincenal el día 30 de junio y su segundo pago el 15 de julio. De esa forma, para cuando llegue el 23 de Julio su préstamo estará al corriente.
Pero hay una realidad, no todos los socios son organizados ni previsores. Más de alguno tendrá en mente la fecha del 23 de julio para dar su pago, pero como todavía no ha recibido sus ingresos quincenales, lo dará hasta el 31 de Julio, generando así un atraso.
Esa situación se puede resolver teniendo el cuidado de establecer sus pagos en la fecha más cercana al día que reciba sus ingresos.
En el caso del ejemplo en que el socio recibe sus ingresos por quincena, aunque haya recibido su crédito el día 23, ¿por qué no asignarle su fecha de pago el día primero o el día dos?
Otro ejemplo es cuando no se realiza una adecuada evaluación de la solvencia moral, la capacidad de pago o la viabilidad del proyecto de inversión.
Cuando uno analiza de forma retrospectiva el expediente de un crédito que se encuentra en cartera vencida se puede detectar si al momento del análisis había elementos que ya reflejaban la alta posibilidad de incumplimiento.
Existe un concepto que, en mi opinión, sería conveniente que cada cooperativa lo implementara: El índice de mora temprana.
Consiste en medir qué porcentaje de los créditos otorgados en un mes determinado se atrasan inmediatamente al mes siguiente a su contratación. A través de este índice estamos evaluando la calidad de la producción de créditos.
Este dato se puede obtener por persona o instancia facultada para autorizar créditos. Aquí se puede detectar si la generación de la morosidad se está dando en todas las instancias o solo en alguna en lo específico.
Cuando un crédito está bien analizado y otorgado, tiene menos posibilidades de que incurra en morosidad o en cartera vencida.
Cuando me refiero al término “Morosidad” es cuando el crédito presenta incumplimiento en sus pagos, pero aún no reúne las características establecidas en las reglas de operación para considerase vencido en su totalidad.
El término “Cartera Vencida” es cuando ya reúne las características para darse por vencido.
Otra de las áreas de oportunidad que presentan algunas cooperativas es que no miden su índice de morosidad, solo el de cartera vencida.
El tercer sistema a revisar es el de Cobranza.
El secreto para tener un sistema de cobranza efectivo es lograr la recuperación del pago atrasado lo más pronto posible.
Para ello, es conveniente adoptar un método predictivo de tal forma que a aquel socio que siempre ha pagado puntual y un día se atrasa, no lo molestaremos de forma inmediata, pero para aquel socio que estadísticamente siempre se atrasa, es necesario detonar las gestiones de forma preventiva o correctiva.
Entre más tiempo se tarde la cooperativa en recuperar un pago pendiente más difícil será su recuperación.
Las gestiones tienen que ser graduales. Algunas pueden ser preventivas basadas en un sistema predictivo, otras, administrativas a través de llamadas telefónicas o mensajes de texto o visitas personales. Finalmente, las gestiones extrajudiciales y judiciales.
La mejor forma de evitar que una cooperativa tenga que contratar un ejército de gestores o de abogados es lograr que la recuperación de cartera se realice de forma oportuna en la etapa administrativa.
Hay muchos más aspectos por considerar en el sistema de recuperación, por ejemplo, la forma de aplicar la cobranza extrajudicial, judicial o legal, el control de embargos y adjudicaciones, los procesos de castigo o eliminación de cartera, etcétera.
Tener una cartera de crédito sana tiene muchos beneficios, principalmente se garantiza la continuidad de la operación de la cooperativa, se tiene liquidez suficiente, el nivel de constitución de reservas para préstamos incobrables es moderado, por consecuencia el resultado del ejercicio es superávit y se tendrá un nivel de capitalización adecuado.
Así es que, si su Cooperativa es de las que sufre de altos índices de cartera vencida, no trate de pasarse la vida sacando cubetadas de agua del pozo, más bien, identifique el lugar por donde se está filtrando el agua y tápelo.
Es momento de hacer un alto, revisar y ajustar lo que corresponda.
Es verdad que representa un esfuerzo, pero es un compromiso que tenemos con nuestros socios como respuesta a la confianza que han depositado en nosotros al confiarnos sus ahorros.