reflexión sobre valores cooperativos

Una reflexión sobre los VALORES Cooperativos

Antecedentes:

El tema de los Valores Cooperativos se planteó de modo formal en el seno de la Alianza Cooperativa Internacional hasta el año 1988 en el Congreso realizado en Estocolmo bajo la Presidencia de Lars Marcus. Antes de esa fecha, se daba por sentado que dichos valores inspiraban los Principios Cooperativos y que fueron justamente esos valores los que motivaron a los Pioneros de Rochdale a formular aquellos primeros siete principios del sistema cooperativo de la economía, en el año de la fundación de su cooperativa en 1844. Esos principios, fueron modificados en el año 1937, luego en el año 1966 y finalmente en el Congreso de Mánchester en 1995, cuando se cumplieron los 100 años de la creación de la Alianza Cooperativa Internacional.

En 1988, cuando se celebró el Congreso de la Alianza Cooperativa Internacional en Estocolmo, Suecia, la organización encargó a su Presidente Lars Marcus, la elaboración de un informe sobre los Valores Cooperativos con el propósito de hacer una nueva formulación de los Principios Cooperativos a la luz de tales Valores. Lars Marcus consideró que era difícil elaborar una lista de los Valores y en su lugar prefirió señalar algunos rasgos esenciales del comportamiento humano que influyen en la vida de una cooperativa”, a partir de los cuales escogió como Valores la participación, democracia, honradez y preocupación por los demás.

En este ejercicio, no nos referiremos a los principios cooperativos de manera específica, ya que el objetivo es hacer un análisis sobre la vivencia de los Valores Cooperativos como la base de la identidad de los cooperativistas, los cuales a su vez son la razón de ser del cooperativismo. Si se vivencian los valores en los cooperativistas, se pondrán en práctica los principios cooperativos sin discusión.  

Justificación:

Si bien es cierto en el mundo existen más de mil millones de personas asociadas a cooperativas, también es cierto que una gran mayoría no conocen la diferencia entre ser y no ser cooperativista, razón por la cual, en algunos casos las cooperativas tiene grandes debilidades en su Gobernabilidad. Si los cooperativistas conocen, entienden y ponen en práctica los valores cooperativos, cada cooperativa tendrá un Mejor Gobierno Cooperativo, lo cual beneficiará a sus asociados o dueños de manera muy efectiva y eficaz.

El objetivo de esta reflexión es dejar claro que los valores son humanos y son los humanos quienes tienen a cargo la gestión de las empresas cooperativas.

Decir que los primeros seis valores son institucionales y que los últimos cuatro son  de los cooperativistas, considero que ese concepto debe cambiar, y tener claro que si los mismos cooperativistas no vivencian estos valores, tampoco lo harán las empresas cooperativas, porque una empresa y un edificio no tiene sentimiento ni sensibilidad. La cultura de una empresa está dada por las personas que la gestionan.

En el Congreso de Mánchester en 1995, se aprobaron los siguientes valores cooperativos:

Ayuda Mutua:

La “ayuda mutua” se vive cuando dos o más personas se socorren y cooperan entre sí para lograr las metas individuales o colectivas propuestas y satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales. Los cooperativistas,  deben considerar que el desarrollo individual se obtiene por medio de la unión de personas con el propósito de conseguir un mismo fin. Se dice que es la capacidad para contribuir al desarrollo individual y colectivo, por medio de acciones conjuntas y responsabilidades compartidas

Responsabilidad:

La “responsabilidad” es la obligación de los cooperativistas de responder por sus propios actos.  Es también garantizar el cumplimiento de los compromisos adquiridos entre personas y entre los cooperativistas con su cooperativa a partir del Acto Cooperativo. Se refiere también al nivel de desempeño en el cumplimiento de las actividades para el logro de metas institucionales, sintiendo un compromiso moral con los asociados. Los asociados en una cooperativa son responsables de su creación, mantenimiento y de su desarrollo futuro y asumen un compromiso con el país en términos de solidaridad, humanismo y patriotismo.

Democracia:

En el cooperativismo hay “democracia” cuando los asociados mantienen el control de la cooperativa, participando activamente en la toma de decisiones en sus asambleas generales, en órganos sociales a través de sus representantes o en otros espacios de poder. Por esta razón se debe dar importancia a la participación democrática de los asociados, al derecho de votar, elegir y ser elegidos. Todos los asociados tienen el derecho a formar parte de la Asamblea General, al Consejo de Administración, Vigilancia o fiscalía,  y tomar decisiones que beneficien a su Cooperativa y a la comunidad en general.

Igualdad:

Los cooperativistas, deben velar porque se de el mismo trato y condiciones de desarrollo a cada asociado o asociada sin discriminación de sexo, etnia, clase social, credo y capacidad intelectual o física.   Se trata del reconocimiento de la calidad humana para la determinación de los derechos y obligaciones, independientemente de los criterios de capacidad, necesidad y riqueza que cada uno tenga. Los asociados tienen iguales deberes y derechos. Se trata de la ausencia de privilegios. La principal fortaleza del cooperativismo son sus asociados y estos tienen derecho a participar, a ser informados, ser escuchados, y tomar decisiones en igualdad de condiciones. De esta manera en el código de Buen Gobierno de cada cooperativa, se deben establecer las políticas de igualdad acorde a este valor cooperativo.  

Equidad:

Los cooperativistas deben de velar porque en sus cooperativas se de a cada cual lo que se merece o haya ganado según sea su grado de participación o aporte y reconociendo sus condiciones y características especiales. Se debe velar por la distribución justa y proporcional de los excedentes logrados de acuerdo al uso de los servicios que cada asociado y asociada hayan realizado en un periodo determinado.

Solidaridad:

Los cooperativistas, dan su adhesión libre y voluntaria a una causa personal o empresarial, creando una relación humana de mutuo apoyo donde la felicidad particular depende de la felicidad colectiva. En la comunidad de intereses, sentimientos y propósitos, la solidaridad es la que nos lleva a unión para crecer de manera conjunta y al interés por lo que sucede a los demás, para lograr una mejor calidad de vida, un mundo más justo y el camino hacia la paz. Solidaridad es un sentimiento que se refiere a la vocación del ser humano, al valor por el interés colectivo, a la identificación con los problemas y a la  preocupación por el bienestar común.

Honestidad:

Los cooperativistas, deben actuar con honradez, dignidad y decencia en su conducta diaria. Los cooperativistas no roban, no estafan ni cometen fraudes, son coherentes con el pensar, decir y actuar, enmarcados dentro de los principios y valores empresariales. La honestidad de los cooperativistas se manifiesta con actitudes correctas, claras, transparentes y éticas al obrar con calidad y sentido de pertenencia frente a su cooperativa.

Transparencia:

Los cooperativistas, deben actuar con claridad, veracidad y eficiencia, y deben velar para que en sus cooperativas, la información que se brinde a sus asociados y dirigentes también sea clara, oportuna y veraz, para propiciar un clima de confianza, seguridad y credibilidad. En una cooperativa hay “transparencia” cuando la información es administrada entre los asociados y dirigentes de manera clara, veraz y oportuna. En la base de la transparencia está la confianza, la comunicación y la franqueza. Se oponen a ello, el encubrimiento y el engaño.

Responsabilidad Social:

Los cooperativistas deben de velar porque en sus cooperativas, exista una política de responsabilidad social y se elabore también el Balance Social Cooperativo cada año, para conocer sus resultados. En el cooperativismo la “responsabilidad social” se vincula al compromiso con el desarrollo de la comunidad. Las cooperativas son agentes activos en la generación de empleo y en la justa distribución de la riqueza. La Responsabilidad Social Cooperativa, es la presencia activa de las cooperativas y sus asociados en las comunidades donde actúan, con el fin de contribuir a su mejoramiento integral y desarrollo humano sostenible, es tener la conciencia de pertenecer a la sociedad y que ésta depende del esfuerzo de cada unos de sus integrantes.

Preocupación por los Demás:

Los cooperativistas, deben velar por el bienestar material y espiritual de las personas que le rodean, el cooperativista auténtico estará en una condición de inquietud o desasosiego, buscando soluciones a los problemas sociales. Eso es “preocupación por los demás”. Lars Marcus dice que se refiere a ” interesarse por el país, por la región continental del planeta en donde vive, por el planeta mismo. Deben ser los cooperativistas defensores a ultranza de la justicia social en su país, de la equidad en las relaciones internacionales. Deben ser abogados de la paz del mundo; luchar porque los conflictos entre los pueblos sean dirimidos en una mesa de negociación y no en el campo de batalla. La preocupación por los demás tiene que ver también con la defensa del medio ambiente, la ecología, etc.”

En lo que respecta a la preocupación por los demás, como uno de los valores enunciados por Marcus en su informe, es mucho lo que podría decirse. Sin duda alguna no es posible la constitución de una cooperativa si los organizadores de ella no poseen ese valor del interés o preocupación por los otros. La cooperativa es el resultado o fruto del interés de unos por otros. UNO PARA TODOS Y TODOS PARA UNO. Si se va a ella persiguiendo sólo mi propio interés particular, obviando todo interés por los otros -y cada quien pensando de esa manera- se puede asegurar que el fracaso estruendoso será el final de tal “cooperativa”.

Mas esa preocupación por los demás debe extenderse a los que están fuera de la cooperativa. El cooperativista no puede ser ajeno a los problemas de su comunidad. Le debe interesar tomar parte en la solución de los problemas de salud, de seguridad, de analfabetismo, de desempleo, etc. Cuanto mejor esté la comunidad en donde se halla inserta la cooperativa, tanto mejor para ésta.

Debe preocuparse el cooperativista por los niños y jóvenes, por las mujeres, en particular por las madres, por las personas de tercera edad, etc. Tiene que manifestar su preocupación por el deporte, por la cultura, por la espiritualidad de los miembros de su comunidad.

La preocupación por los demás no tiene límites. Ella exige interesarse por el país, por la región continental del planeta en donde vive, por el planeta mismo. Deben ser los cooperativistas defensores a ultranza de la justicia social en su país, de la equidad en las relaciones internacionales.

Deben ser abogados de la paz del mundo; luchar porque los conflictos entre los pueblos sean dirimidos en una mesa de negociación y no en el campo de batalla. La preocupación por los demás tiene que ver también con la defensa del medio ambiente, la ecología, etc.

Este valor cooperativista ha sido la inspiración para formular el séptimo principio cooperativo, de acuerdo con la Identidad Cooperativa del Congreso de Manchester de la ACI, en el año 1995: EL INTERÉS O PREOCUPACIÓN POR LA COMUNIDAD.

En lo tocante a la responsabilidad social y la preocupación por los demás, además de lo ya escrito antes, hay que decir que si se puede encontrar en otras empresas diferentes a las cooperativas, en éstas DEBE constituir uno de sus objetivos primordiales. Significa que nuestras empresas están en la obligación de manifestar un profundo y sincero interés por la comunidad en donde desenvuelven sus actividades. Todo lo que sea de importancia para la comunidad lo es también, y en grado sumo, para las cooperativas, incluyendo el respeto al medio ambiente del cual dependemos todos para una mejor calidad de vida.

Mi interés en esta reflexión se debe a que en la Declaración de Identidad de 1995, solamente se hace un desglose de los principios cooperativos, más no así de los valores cooperativos. Además insisto en que hay que darle a los valores la forma de que sean vivenciados por los cooperativistas como la base de la Identidad Cooperativa.

También es importante hacer la diferencia entre la identidad cooperativa y la marca cooperativa. Insisto en que la Identidad Cooperativa se refiere a los valores vivenciados por sus cooperativistas mientras que la marca cooperativa, se refiere a la parte empresarial.

Mucho agradeceré los aportes que me hagan a esta reflexión, ya que quiero elaborar una propuesta académica para promover los valores cooperativos en los cooperativistas para fortalecer su identidad cooperativa y de esta manera marcar una diferencia entre el ser y no ser cooperativista.


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