La tercera vía: El Cooperativismo
Es innegable que en los tiempos actuales la generación de riqueza es sustancialmente mayor a la lograda en siglos pasados.
No obstante lo anterior, la desigualdad y la concentración del capital ahora es mayor que nunca. Según OXFAM international, el 1 % más rico acumula casi el doble de riqueza que el resto de la población mundial en los últimos dos años. Durante la última década, los súper ricos han acaparado el 50 % de la nueva riqueza generada, cifra que acaban de superar.
La fortuna de los mil millonarios está creciendo a un ritmo de 2700 millones de dólares al día, al mismo tiempo que al menos 1700 millones de trabajadoras y trabajadores viven en países en los que la inflación crece por encima de los salarios.
Caso contrario, las estadísticas de la Alianza Cooperativa Internacional detallan que:
- Más del 12 % de la población mundial es cooperativista de las 3 millones de cooperativas que existen en el mundo.
- De acuerdo con el World Cooperative Monitor (2020), las 300 empresas cooperativas y mutuales más importantes del mundo suman un volumen de negocio de 2,14 billones de dólares.
- Las cooperativas proporcionan empleo al 10 % de la población empleada.
En experiencia propia y desde hace casi 4 décadas, he estado convencida de que el Cooperativismo, es el sistema socioeconómico ideal para resolver los más importantes problemas de crecimiento y desarrollo de las personas, de sus comunidades, de los países y del mundo.
Mi convicción no es dogmática sino vivencial, ya que el haber llegado a CSN como colaboradora a muy temprana edad, me dio la oportunidad de forjar una cultura de ahorro que combinada con mi condición de estudiante universitaria; me posibilitó a combinar la teoría económica con la práctica en la Cooperativa, pudiendo vivir en carne propia las bondades de convertirme en Socia de la misma.
Por otra parte y no menos importante, de manera muy cercana; he tenido la oportunidad de ver el impacto en la vida de las personas cuando adoptan y hacen suyos, los principios y valores del Cooperativismo.
Países como Alemania y Canadá tienen los modelos cooperativos más consolidados y no es casual, que sus economías estén en los primeros lugares del mundo, y que sus habitantes cuenten con los mejores índices de desarrollo humano.
Lamentablemente en nuestro país, el verdadero Cooperativismo es un héroe anónimo que incide para bien, en la vida de millones de mexicanos, pero que raramente es reconocido e impulsado por autoridades y líderes de opinión.
El Cooperativismo en México más representativo, es el relacionado con el giro de ahorro y crédito; y por cifras publicadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores al cierre de Marzo de 2023, ya son más de 8.7 millones de Socios los que conforman 155 Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (SOCAP´s) autorizadas, acumulando más de $239,244 millones de pesos en activos, con una cartera de crédito que asciende a $137,162 millones de pesos y una captación total de $190,957 millones de pesos.
Aún cuando la experiencia cooperativa en México aún es muy limitada, ya que no ha tenido un alcance integrador con todos los agentes de la economía social y solidaria; los casi 72 años de historia de las SOCAP´s representan un punto de partida para recomenzar, explorando nuevas iniciativas de colaboración que tomen en cuenta la nueva realidad social y económica del país, así como las herramientas tecnológicas tan presentes hoy en día; sin menoscabo de no cometer los mismos errores del pasado.
Los millones de pobres que tiene nuestro país, nos obligan a reflexionar y responder con un trabajo decidido y comprometido en mayor medida, con la solución de este lastre que nos ha agobiado por tantos años y que el Cooperativismo ha demostrado con creces, ser la mejor vía para lograrlo.
Nuestro desafío como líderes y/o beneficiarios de la cooperación, es difundir y convencer a todos los que nos rodean, de apropiarse de la doctrina cooperativa para lograr una mejora integral en sus vidas, al superar su condición económica de la mano del desarrollo de valores como la ayuda mutua, la democracia y la solidaridad. Pero aún más, debemos incidir en la generación de alternativas que conecten a todos los participantes en el movimiento cooperativo de México tal como ahora lo pretende esta nueva empresa llamada PINOS, a quien le deseamos toda clase de parabienes, augurándoles muchos éxitos por la nobleza del propósito y más; por la urgencia de atender de la manera más eficaz y rápida, la inequidad económica que tanto nos ha aquejado en nuestro México querido.